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28 abril, 2021

La importancia del usuario en el diseño

En tiempos de grandes cambios mundiales y las consecuentes adaptaciones constantes, el diseño no se queda atrás.

La capacidad de cambio y adaptación es una habilidad prácticamente indispensable en cualquier tipo de proyecto hoy en día. La rápida respuesta y mutación frente a un inesperado, no solo es una solución efectiva a un problema sino que también es una instancia de crecimiento y evolución para los negocios, empresas, trabajos y hasta en la vida personal. 

En diseño esta capacidad es conocida como Diseño UX, esto es, el diseño basado en la experiencia del usuario. Consiste en un proceso de diseño estratégico que tiene como objetivo crear un producto, servicio o sitio con el que los usuarios/clientes se sientan atraídos y conformes, les resulte fácil de usar y de comprender.

Si hablamos de diseño es probable que pensemos en la parte estética del producto, pero el Diseño UX va más allá. Lo importante no es cómo se vea el producto ya que la apariencia no aporta facilidad de uso, sino que se trata de cómo se ve, se siente y funciona. Es en este punto en el que la experiencia del usuario se vuelve un eslabón fundamental en esta cadena. 

En el contexto actual tanto la presencia en internet como las ventas por la plataforma se convirtieron en el eje central de todo proyecto. Y la falta de presencialidad y contacto con el cliente, hace que la experiencia virtual del usuario sea donde hay que poner el foco principal. 

Muchas veces planificamos los proyectos al detalle con dedicación y calidad, pero el factor sorpresa siempre está. Lo que no debe pasar es que el afán de mantener los planes nos impida ver las posibilidades que nos brindan tanto los imprevistos como observaciones del usuario que no se habían contemplado. Todo factor externo debe ser convertido en un factor de crecimiento.

Lo podemos ver claramente en la aplicación del diseño inteligente en esta empresa dedicada a vender bicicletas. La misma se encontró con el problema de que varios usuarios denunciaban que el producto les llegaba en mal estado, roto o abollado luego del envío. La solución por parte de la compañía consistió en aplicar la lógica de quienes manipulan los paquetes del correo e incluyeron la imagen de una TV en el embalaje. 

 

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